Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 08, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

VENEZUELA SERA LO QUE SUS MAESTROS QUIERA QUE SEA

Publicado el October 31, 2019

La oración es del “Maestro Prieto”. El doctor Luis Beltrán prieto Figueroa dedicó su excepcional talento político-social a la educación, entendida como el objetivo fundamental de la acción de gobierno con participación de la sociedad misma, sector privado, concibiendo que la enseñanza es envolvente y permanente, desde el hogar, la familia, la escuela, las universidades, el ejercicio profesional, el taller, la empresa, la labranza de los campos, las organizaciones político sociales, partidistas, religiosas, hasta llegar a decir que la vida humana que no se exprese a favor del semejante no merece llamarse “vida humana”. Como político le dio cuerpo a su filosofía educativa en la creación legislativa, aprobación de la ley y puesta en vigencia del Instituto Nacional de Cooperación Educativa –INCE-. Claro está que el doctor Prieto hacía de su amor por la educación del pueblo en todos sus niveles un sentimiento de especial consideración hacia los profesionales maestros, docentes, incentivándoles en sus luchas dentro o fuera de sus organismos gremiales -en su época la más importante: la Federación Venezolana de Maestros FVM-. Si profundizamos en el contenido de las palabras de la oración de entrada, el mensaje se convierte en un instrumento de lucha que en manos de los maestros, educadores, es poderosísimo porque se nutre del mandato que significa la decisión tomada por más del 90% de la nación venezolana de rescatar la institucionalidad democrática republicana, cambio de gobierno “obsoleto y periclitado” con desplazamiento del dictador y su grupo militaroide, criminal y rapaz. En la actualidad cobra más fuerza porque el empeño de perpetuarse la barbarie con Maduro y su régimen, pone de manifiesto que no tiene escrúpulos y aparte de buscar aliados y cómplices dictatoriales afuera, participa activamente en movimientos político sociales subversivos de dudosa o manifiesta intensión terrorista. De fronteras adentro el régimen usurpador no tiene empacho en ocultar su desprecio a la educación, acoso a las universidades - está feliz la satrapía porque buena parte de profesores y estudiantes se han ido -diáspora migratoria- y que más repulsa que los salarios de hambre no sirven ni para ir en camino al ambulatorio, hospital, hospicio, abandono, indigencia o cementerio. No es exageración, en Venezuela hay gentes que se consume en las colas, en el deambular o en la casi indigencia de sus desnutridos hogares. El desánimo es producto de la escasez, de la inexistencia de alimentos, de medicinas, de esa quietud por inacción y del tormento suicida del que voy a comer mañana. No quisiera que estas palabras tengan efectos contraproducentes en la lucha que todos tenemos que librar para detener la destrucción del más bello y prometedor país de América; al contrario, si nos nucleamos en torno a los educadores, defendiéndolos y salvando su obra enaltecedora y formadora de hombres y conciencia, proyectada a la salud, al trabajo, a la seguridad, a la libertad, a todo cuanto signifique rechazo a la ignorancia, la estupidez, la criminalidad, en esa misma medida y propósito estaremos dando pasos firmes para sacar a las bestias que obstaculizan la recuperación institucional del suelo, el cielo y los hombre, resumido en la palabra que hoy lo representa todo; LIBERTAD. Cierro este comentario recordando al gran discípulo del Maestro Prieto, el doctor José Miguel Monagas, otro brillante MAESTRO DE LA CIUDADANIA.

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