Alberto Nicolás Newman Briceño†

TERAPIAS DE CIUDADANÍA

Publicado el September 18, 2011

El alto grado de insensatez, improvisación e irresponsabilidad con que se maneja el régimen del Presidente Chávez, traducido en despilfarro y corruptelas encubiertas con bombardeo de mentiras –incluida la salud del jefe que buena o mala, cierta o falsa, se informa a la nación solo por su boca con montaje de teatro barato, desconociendo la alta formación médico científica de los profesionales venezolanos-, nos lleva a pensar que ese saldo innegable de violencia e inseguridad, de empobrecimiento generalizado, con el peso encima de una inflación incontrolada, la pérdida de empleos, la escases de alimentos, de repuestos, con expropiaciones de industrias, de terrenos, de fincas y haciendas en plena producción, sin que hasta ahora hayan honrado el compromiso de pagar los bienes confiscados, con endeudamiento descomunal antehistórico, habiéndole ingresado al erario nacional cerca de un billón de dólares, todo lo que sumado a la postración de los poderes públicos, coloca a la Nación Venezolana en el desamparo de ser república sin estado de derecho; todo –repito- nos crea ese cuadro tétrico, ante cuya gravedad no podemos, bajo ningún concepto, ser indiferente, o comportarnos con pasividad cómplice.

Es así, y en el convencimiento que a todos los venezolanos nos afecta, creando estados de angustia de la que no escapan quienes aún creen en la “revolución bonita” pero “sucia” como la califica el analista político, sociólogo Carlos Raúl Hernández, la obligación de enfrentar los disparates oficiales y el empeño de reconstruir institucionalmente el país, es requerimiento ineludible; lo que en el estudio de las disciplinas jurídicas, se conoce como eximente de culpabilidad por el “estado de necesidad”, circunstancia que se da actualmente en Venezuela a plenitud. En anteriores entregas hemos hablado de este “estado de necesidad” que junto a la “legítima defensa” adquieren rango de las actuaciones previstas en el accionar del derecho sustantivo, justamente para dignificar el proceder de los hombres y mujeres que tienen consciencia de su condición humana, de su personalidad civilizada; en el caso de Venezuela de su responsabilidad ciudadana.

En el orden expuesto, cuando el Presidente le anuncia al país que va a Cuba para tener una cuarta sesión de quimioterapia como parte del tratamiento para medicar su cáncer y que supuestamente será la última, sin prejuzgar, pues es a la “Voluntad de Dios” a la que me remito, los venezolanos debemos pensar en tratar las afecciones que sin duda nos ha producido estos largos 13 años del cuestionado régimen, asiéndonos a La idea, como terapia de ciudadanía, que son muy pocos los meses que faltan para el feliz desenlace -07 de Octubre de 2012- y que con la mayor firmeza y entusiasmo ante el futuro promisor, depositaremos nuestro voto por el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática que resulte seleccionado en la primarias del 12 de febrero del mismo año. A uno y otro evento concurriremos con la dignidad y esperanza que nos nutre en los momentos aciagos que ha vivido la República.