Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 08, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

REFLEXIONES ENTRE HERMANOS

Publicado el July 24, 2019

Quisiera que estas palabras vayan más allá del simple propósito de pergeñar una cuartilla. Su intensión es llevar un mensaje desde la encantadora Mérida, donde pretende escalar aún más la imponente sierra para que las cumbre de nieves impolutas proyecten a los cuatro vientos el grito angustiado de libertad que habrá de tener eco en los recios pueblos de Táchira, en las exuberantes tierras del llano “toda horizontes como la esperanza”, las intrincadas como las bastedades selvas “toda caminos como la voluntad” del sur con su macizo guayanés cruzadas por ríos luminosos y el abrazo del padre Orinoco que vierte sus amores con dedos que acarician en la inmensidad Caribe del Atlántico. Y al norte el lago, con su fértil cuenca lavada de sudores de andinos, cachacos, de costeños, todos gran colombianos, hermanados en cultivos de fincas y cría de ganados. Irá también este mensaje a tierras chaquetías, de motilones, de aruacos , de caribes porque es necesario que se sepa que los indígenas son los seres humanos más olvidados del régimen usurpador y los pobladores del escudo sur de Guayana, del Amazonas, en donde la avaricia sabe de existencia de riquezas minerales, oro, coltán , uranio, o algo que puedan escarbar sus uñas sanguinarias, máquinas, consumando el escocido de amplias zonas en donde no solo los despojan de sus tierras ancestrales, sino que además los corrompen, los maltratan, los echan, los matan y los indígenas pemones pasan a ser una etnia de pordioseros en territorio brasileño. Llamarlo canallada es bondadoso: Es un crimen de hombres y de tierra. Este mensaje denuncia no estaría completo si no agregáramos que como él a diario en Venezuela se producen hechos y actos deliberadamente ejecutados que atentan contra la fisonomía de nación civilizada. Que el acoso a la educación, particularmente en el empeño de minimizar y anular a las universidades, el descuido a la salud, el abandono casi total de los servicios públicos, el caos en la economía, la inseguridad desbordada, en ese cuasi contentamiento porque la gente en plenitud de energía, de facultades, de emprendimiento se vaya –diáspora migratoria- en fin, si ya no se puede ocultar que el desastre es un hecho consumado que ha llevado al país a formar parte de los 40 empobrecidos del mundo, sin democracia y sin ninguna posibilidad de recuperación mientras no haya cambio, habida cuenta que los responsables del descalabro son quienes lo han dirigido y gobernado en secuencia de exclusividad, perversidad e incapacidad durante los últimos 20 años, son los mismo que hablan de revolución, de socialismo del siglo XXI, es llegado el momento de desplazarlos sin ningún miramiento, colocarlos en el banquillos de los acusados de la historia, hacerle cargos y juzgarlos conforme al derecho, a la justicia de Dios y de los hombres. Maduro tu tozudez no tiene límite; recuerda lo que dicen jocosamente tus paisanos (¿) para solucionar los problemas mucho ayuda el que no estorba. Tu entorno armado ya no representa una institución, sufrió la involución que han experimentado los poderes públicos, o es que acaso podemos hablar seriamente del judicial, del legislativo, cuando se han empeñado en anularlo cuando aún le queda una aureola de legitimidad, la AN, que sigue dando la cara por el estado de derecho y en donde, de mantenerse, con el reconocimiento de 60 de países del universo de naciones independientes podría estar el germen de la recuperación total de la Republica, hoy languideciendo bajo la complacencia de la que llegó a ser gloriosa. Del poder moral, da vergüenza hablar –el CNE es el más descarado y sofisticado instrumento de fraude contra la esencia de la soberanía nacional: el voto universal... Hermanos, tengamos fé en que con la ayuda de Dios – Gracias Padre Kique- muy pronto tendremos la libertad, justicia y paz. Ya hemos visto brillar una lágrima en los ojos de un soldado.

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