Alberto Nicolás Newman Briceño†

REFLEXIONES ANTIVIRALES

Publicado el April 05, 2020

Nos queda como escape el grito, esta vez de victoria que hasta en el silencio quisiéramos les llegara a todo el mundo para despertarle el más recóndito de los deseos de salvar la Republica de Venezuela, porque ciertamente la están matando. El obligado encierro de la cuarentena por la pandemia del coronavirus que debemos respetar por la loable intención de enfrentar el diabólico castigo: Quien lo impuso ( ? ) no sé, quien lo sufre ( ? ) todos los seres humanos. Debe entenderse también como un intervalo para que cada persona, enfrentada o no con el flagelo, con potencial tributo a la muerte, reflexione sobre la necesaria solidaridad que siempre ha debido existir en todo el globo terráqueo, cuando hay desgracias comunes las fronteras son odiosas. De primero, pensar que el efecto es arrasador y que ya las tumbas no pueden diferenciarse por el color de la piel o por si tienes los ojos chiquitos o sesgados, pardos, negro , verdes o azules. Claro está que no será lo mismo atender las urgencias para las potencias económicas como para los países empobrecidos, en donde los fallecidos se han adelantado por el hambre, la ignorancia, el despotismo y la miseria. Pero si hay que tener presente que mal puede una nación atrasada, subdesarrollada, sin pleno estado de derecho, instrumentar todo cuanto sea necesario para llevar adelante las campañas, medidas, dotación de equipos, medicamentos, gastos exorbitantes en insumos, salarios e infraestructuras hospitalarias, de transporte y seguridad, y pensar que se va a tener éxito en el menor tiempo posible. En este último caso el auxilio es con todo orden. Desgraciadamente Venezuela se encuentra en curva ascendente, ya lo evidencia la solicitud de préstamo de FMI y BM negado hasta ahora, debería posponerse, condicionando al cumplimiento de la CRBV. Claro está.

Nuestra Querida Venezuela no sale del fosa en que se encuentra hasta cuando quienes cavaron el fosa no los saque el “Poder popular” y las denuncias del mundo cumplan con la ¡responsabilidad de protección” y la justicia se imponga por encima de la criminalidad y la corrupción. Quisiera intercalar una nota de humor para que la angustia en algo se disipe; mi abuelo Raúl Briceño , trujillano para más seña, decía que cuando se trataba de quedarse quieto en la casa “ Bien aventurados los pobres de “faltriquera” sin dinero en el bolso, porque de ellos es el reino de la quietud”. La humildad también se crece cuando dice verdades hirientes pero luminosas. Los militares venezolanos no pueden seguir sosteniendo a Maduro y su régimen dictatorial porque están destruyendo su propia institución y comprometiendo la existencia misma de la Republica. DIOS NOS OIGA. Las últimas decisiones del Departamento de justicia de USA contra maduro y sus otro “13 ladrones” cumplen ese cometido, la dictadura entro en fase terminal, ni los babalaos de Cuba, ni los rasputin de Rusia, los salvan.

Las dosis que hacen falta:

Una dosis de paciencia

Una dosis de humildad

Una dosis de sensatez

Una dosis de cordura

Una dosis de probidad

Una dosis de solidaridad optimismo

Una dosis de perdón

Todas las de amor, justicia y paz, administradas por DIOS , la esperanza la ilumina la FE.

No es momento para entrar en polémica, pero si para ejercitar la solidaridad de la ciudadanía y poner al descubierto que la tragedia que sufre Venezuela, con el agravamiento del coronavirus, cuyos efectos aun no han sido tan lesivos como los ocurridos en Italia y España, que nos duele mas que cualquiera otros naciones por vínculos históricos, culturales y hasta de sangre, hecha la aclaratoria que por elemental reconocimiento son nuestros hijos y los hijos de nuestros hermanos y amigos quienes en mayor grado ha contribuido, con sus pequeñas remesas, oportuno envío de medicinas, de alimentos, de consejos y aliento a distancia, quitándoselo de sus bocas y de su menguado bolsillo, a crear condiciones para que la reducida población, -son cerca de 5.000.000 –los ausentes , integrada por mayores y ancianos, sorteen con relativo éxito la subsistencia, que a no dadas , fortalecida en el convencimiento de que pronto va a cambiar, se esta enfrentando al combinado del virus y mal gobierno, muro con seria voluntad y decisión creadora y desprecio históricos a los inútiles fusibles, organizados si en legiones de médicos, enfermeros, profesionles y trabajadores, deslastrados del burocratismo y de egoísmos malsano. Gritemos con brio-gloria al brzvo pueblo, vivan los sanitariastas-vivan los médicos del mundo.