Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

OTRA VEZ DEBEMOS OCUPARNOS DE LA LECHE

Publicado el June 28, 2011

Otra vez debemos ocuparnos de la leche; de la “mala leche”, deberíamos agregar, que tienen los ganaderos venezolanos desde que el Señor Chávez llegó al poder, quien contrariamente a cómo debería comportarse un Jefe de Estado, fomentando y estimulando la producción nacional, a su vez movido por su ancestro campesino en razón de que su padre, a su honroso cargo de maestro de escuela sumó la no menos honrosa actividad de “los hombres de bien que siempre lo fueron, como los Coronados de la Concepción del Arauca, en lo positivo del negocio de criar y vender ganados”; es decir, olvidándose de su condición e influencia telúrica de hombre nacido en el llano, ni siquiera como concesión para granjearse simpatías de todos los venezolanos ocupados de hacer producir nuestros campos, en leche y carnes, que son rubros emblemáticos, de manera arrogantemente despectiva y no ocultos signos de resentimiento, ha implementado medidas para acorralar a los productores ganaderos, que van de la amenaza a la confiscación de sus fincas, no sin antes insultarlos con palabrejas rebuscadas como terracogientes, mafiosos, latifundistas, hambreadores, y hasta llegar a incoarles el delito de la esclavitud de sus trabajadores.

Esta actitud que se ha hecho extensiva a toda actividad productiva y en campos en donde los productores venezolanos han sido exitosos, vaya por ejemplo la de cultivar y producir arroz, maíz, caña de azúcar, café, transcendiendo a empresarios de las industrias, de los servicios, del comercio, de las tele-radio comunicaciones y, en general a todo lo que signifique iniciativas de producción sin depender de las importaciones, llama la atención y debe ser vista desde ángulos cruciales, y sin dejar de reconocer la incapacidad y escases de talentos en su mundo burocrático para formular e implementar políticas de desarrollo endógeno; de la ineptitud y la corrupción que a cielo abierto se practica, profundizar en lo que ya es materia de análisis muy serios, pero que no escapan a la sagacidad del común de nuestra ciudadanía, cuando refieren que lo que acontece en nuestro país es la puesta en práctica de una gran estrategia para imponer el castrismo-cubano= socialismo del SXXI= comunismo, recurriendo al empobrecimiento general sobre la base de la eliminación de la propiedad privada y la anulación de todo estímulo a las empresas, planificación y gerenciación privadas que pudiera cuajar en empleos, en fomento de la organización y el ingenio de nuestro jóvenes profesionales que como personas naturales o jurídicas ven frustrada la ilusión y el sueño de llevar adelante algún desarrollo. ( Reabrirán el teleférico en diciembre del 2012 –FRONTERA 28/06/11- es el anuncio con que el Ministro del Poder Popular para el Turismo, nos cree “tarados” para captar el voto previsto en igual fecha. ¡Qué destello de inteligencia!). Cito de manera especial algo que es inconcebible en cualquier país civilizado del mundo; las personas entradas en años que logran ahorrar algunos recursos, pequeño capital, siempre tratan de invertirlo en un bien que le puede rentar para sus gastos personales y familiares –alimentación, salud y medicinas-; loable previsión que en el régimen de Chávez, es mal visto, a extremo que se instrumentan leyes para impedirlo, claro está dentro de la lógica revolucionaria de acabar con la propiedad privada y la de que el individuo, ciudadano, no dependa de la dádiva del Estado. Ejemplo, la leyes que tienen que ver con la inversión en soluciones habitacionales con fines rentables, alquileres.

Pero volvamos al problema de la leche. ¡Otra perla más de la obnubilación del régimen!. Para un país joven como Venezuela producir alimentos apropiados es fundamental. Ampararse en la creencia que con los recursos del petróleo los conseguiremos fácilmente es una irresponsabilidad imperdonable, a la par de fomentar una fuente de corrupción que, como ya lo hemos visto y sentido, nos coloca ante el mundo como un envalentonado “paisito”, fanfarrón y nuevo rico, paraíso para las exportaciones de los capitalistas extranjeros que se llenan las bolsas con las compras, pero que el papel de tales lo hacemos nosotros. Sí, nosotros, que no solo sentimos nauseas por lo de “pudreval”, sino que aún nos avergüenza el saber que no hubo el menor interés en aclarar una de las más grandes estafas que se le ha hecho a la nación desde el gobierno. Concluimos con frase que en apretada síntesis dramatiza la gravedad que viven los ganaderos venezolanos: los precios fijados por el régimen del Sr. Chávez para la leche y la carne, irremisiblemente los conducirá a la ruina, y al país a la penuria de una escases alimentaria absurda.

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