NO TENGÁIS MIEDO
Publicado el October 09, 2011
En la medida que avanza el tiempo, la intercomunicación, la conversación cotidiana de los venezolanos se hace más decidida al abordar los temas que tienen que ver con su seguridad, con el alto costo de la vida que golpea inmisericordemente los recursos de la familia, de los hogares de todos los estratos sociales, desde los que viven en urbanizaciones de la llamada clase media hasta los que trepan los cerros en ese trajinar de vida en vilo de muerte, de quienes sufren la angustia de no tener empleo estable, de no tener con que comprar el “pan que cada día es menos nuestro” (buena parte de los hombres y mujeres en edad apta para el trabajo tienen que dedicarse a matar tigritos, a la informalidad, al buhonerismo por subsistencia, a montar el toldo en plena calle o abrir la maleta en la acera para comerciar baratijas a fin de encontrar algún dinerito para paliar su hambre, la de su pareja, que también sale al rebusque, y la de sus hijos que a medida que crecen se hacen “blanco” de los gatillo alegres hamponiles –incluidos los de uniforme azul y también verde-) ¿ Será posible que el Sr. Presidente Chávez le haya pedido a los malandros que se unan a él para que sean bienandros? ¿No habrá un cálculo electorero que nos hace pensar que son muchos y algunos metidos dentro del mismo gobierno? Pero también pensamos en la afrenta que significa estar de primeros en los índices de violencia en América Latina: 58 homicidios por cada 100.000 habitantes; de ser destacados en corrupción, en inflación, en despilfarro en dádivas, en malversación, en endeudamientos, en compra de armas, y en hacer realidad aquello que alguna vez el Sr. Presidente sentenció: “no hay nada más peligroso que la verdad”. ¿Será por eso que muy pocas veces se le reconoce?.
Ya no es raro oír, en cualquier sitio en donde la actividad nos congregue, expresiones de rechazo a las incongruencias, a las insensateces, a los disparates, a las amenazas, a las persecuciones, a los insultos a los adversarios, a la sumisión, al rastacuerismo, con que algunos de los representantes de los poderes públicos quieren hacer méritos para conservar posiciones. Pero hay algo que enaltece la conversación informal y la ocasional tertulia: es la alabanza a Dios porque ya falta menos de un año para sacar del gobierno central al actual Presidente y su funesto proyecto. También aquí recordamos que el nazismo apenas si durara l2 años, habiéndole anunciado el “fiuhrer” más de 1.000 años de vida, en cuyo anuncio y cálculo, imperecedero y perpetuo, pareciera que hay alguna similitud, salvando, por supuesto, la mostruosidad de régimen de la esvástica.
Su santidad Juan Pablo II en Mensaje de Esperanza que condensa en una de sus últimas declaraciones le dijo al editor periodista que le dio cuerpo a un hermoso y encantador librito: “Memoria e Identidad” la siguiente frase, que nos llena de optimismo, “Dios concedió al hitlerismo doce años de existencia y, cumplido este plazo, el sistema sucumbió. Por lo visto, éste fue el límite que la Divina Providencia impuso a semejante locura (…)” El Papa Santo resume en tres palabras la disposición a actuar: NO TENGÁIS MIEDO.
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