Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

LOS REGALOS INUTILES

Publicado el April 02, 2010

Muchas instituciones suelen ser obsequiosas, con la advertencia de que son quienes las representan los tocados por esta conducta, en el bien o mal entendido que todo regalo implica una erogación que en ningún caso se sustrae de los bolsillos del mismo que ejerce la dispensa, en cuyos cálculos siempre pesará la retribución en lo personal, antes que el beneficio que pusiera significar para el ente autor de la entrega. Es decir, se hace con el fin de acreditar las consabidas indulgencias del escapulario ajeno.

Lo dicho, por lo que el señalamiento lleva de implícito al gobierno central, me obliga a una segunda advertencia y esta vez es con el exclusivo bien entendido que como ciudadano todo lo que lleve afectación de intereses nacionales debo verlo con seriedad y preocupación, que no irrespeto a altas investiduras, puesto que priva el deseo de observar mayor acierto en el proceder de aquellas y de llamar a meditar un poco más, a asesorarse mejor, pues se supone es elemental que exista, en ambos campos.

Para darle cuerpo a la observación bastaría hacer referencia al reparto de la “réplica de la espada de El libertador” –hace mucho a Mugave y muy poco a Putin- y de decisiones sin análisis profundo como la ampliación del asueto de Semana Santa con la acumulación de días feriados a los que el respeto al sentimiento cristiano tiene establecidos, supuestamente para ahorrar energía eléctrica, motivación esta última que viene a ser un festiva confesión de parte de la incapacidad para enfrentarla, encubierta en manto de populismo demagógico. Partamos de que la crisis de energía eléctrica se soluciona con planificación y ejecución de obras, muy bien estudiadas por profesionales, especialistas técnicos, venezolanos que los tenemos y muy buenos; con asesoría de otros países, excepto Cuba, que vive en obscurantismo manifiesto y al que solo mundialmente se le reconoce su experiencia y capacidad de represión y otras habilidades como la de cambiar trabajo “cuasi esclavo” por dádivas de petróleo –más de 100.000 barriles diarios- que también son regalos como los que se le hacen a Nicaragua, Bolivia, Ecuador, a barrios de Nueva York y Londres, y otras menudencias, como las de comprarle carne y leche a Brasil, Argentina, Nueva Zelanda, con el no encubierto propósito de arruinar a los ganaderos venezolanos, a quienes se les ha sometido a la más perversa política de llevarlos a la quiebra, pues basta saber que al productor primario en nuestro país le cuesta más de 3.oo Bs. el litro de leche a puerta de corral y el gobierno central, con todo y que hasta sus agremiados simpatizantes –Cofagan y Fegaven- también insisten en la revisión de los precios congelados, se mantiene en la arrogante tozudez del invariable 1,91 por litro. Sin ser profeta del desastre, es de elemental razonamiento que en manos de este Gobierno desaparecerá la ganadería de leche y tal vez la de carne en Venezuela. Otro regalito más para los países antes indicados.

A manera de anexo debo citar, aunque por grotesco resulta repugnante, el caso del obsequio–dádiva-, en que se ha especializado el Sr. Gobernador de Mérida cuando, tácita o explícitamente, alimenta esperanzas con el veneno del engaño a los necesitados de vivienda, titulándolos de “custodios” de terrenos de propiedad privada –no lo hace con terrenos que sí son del Estado- y pone a vivir a ingenuas personas en “cambuchas” a la orilla de las parcelas ajenas que supuestamente destinarán para resolver sus problemas. ¡Por Dios! No abusen del pueblo, no mercadeen sus necesidades. Si por desgracia hay pobres y menesterosos, recordemos que todos son seres humanos, ciudadanos dignos y respetables.

Pasada la semana mayor, la Semana Santa, la reflexión debe acompañarnos para que Dios nos ilumine y pronto, muy pronto, tal vez el 26 de septiembre de este año, demos el paso definitivo que habrá de encaminar la solución de la crisis que estamos padeciendo, no solo en la energía eléctrica, en la falta de vivienda, en la escases agroalimentaria, en la incongruencia en el manejo de la economía, en el despilfarro de los “regalos inútiles”, en fin, en la implantación de un régimen inviable: el castro-comunismo, llamado socialismo del S. XXI. Resucitemos la fe cristiana en que con la voluntad de Dios y nuestro trabajo perseverante Venezuela tendrá felizmente una auténtica soberanía, con libertad, justicia, democracia y paz.

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