LOS FINQUEROS NO CORREN
Publicado el November 24, 2009
Creo que entre quienes colaboramos, no sé si el término es el más apropiado, con los medios de comunicación escrita, enviando a sus editores artículos o pequeños ensayos de opinión para ser publicados en sus páginas, tal vez en la creencia de trasmitir alguna idea útil o grata al lector, y los directivos, periodistas y trabajadores en general que bajo su responsabilidad y esfuerzo hacen posibles sus tirajes, se crea una relación afectiva que va más allá de superficiales intereses y toca intangibles fibras del bien, esas que enaltecen la condición humana en su esencia creadora.
Con base a esta confesa creencia debo dejar constancia que por el Diario FRONTERA guardo ese especial estado de ánimo, nacido además desde que la afinidad de ideologías y de luchas por la siembra fecunda de la implantación democrática nos llevó a transitar mismos caminos y hacer del trabajo y la perseverancia en la búsqueda del bienestar colectivo maneras de ser identificables en la relación de amistad, más desde el momento en que ese maestro de la ciudadanía Benedicto Monsalve le dio cuerpo a la idea de crear el diario. Por eso los éxitos y los aciertos de este instrumento que día a día se remoza y crece también en la consideración y estima de la merideñidad, los sentimos como de nuestro propio haber, en tal grado de que cualquier desliz que no esté a la altura de su grandeza y elevados propósitos lo rechazamos con modestia pero con la mayor firmeza.
Teniendo por premisas lo expuesto debo agregar que justo cuando hay una arremetida despiadada del régimen contra la propiedad privada de los predios rurales y FRONTERA en su edición del martes 24 de noviembre, muy responsablemente da la información: “Gobierno ocupó fincas en Mérida, Barinas y Zulia” se le ocurre destacar en su página de Opinión -7B-, como para endulzar el atroz castigo a los productores que más necesita Venezuela, dada su crisis agroalimentaria, en el recuadro correspondiente a la Mancheta la infeliz (¿?) frase: “Finqueros, a correr”, me veo en la necesidad, por respeto al diario, así como a testimoniar el reconocimiento a una de las ocupaciones más abnegadas de los hombres y mujeres de este país, de mostrar mi extrañeza por el choteo, inequívoca expresión de libertad pero equívoca en la intensión chistosa. Con todo respeto y dando por no bien pensada la travesura permítaseme decir: LOS FINQUEROS NO CORREN. Los corren para que la nación vaya a la ruina, como en Cuba.
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