LA REPUBLICA DE VENEZUELA ESTA DE LUTO
Publicado el February 24, 2020
Creo que en la medida que se agudiza la crisis y la obra destructora de las instituciones republicanas, en nuestro país, adquiere rango de catástrofe, y se proyecta la mundo como una amenaza que no admite indiferencia, así venga de voces sacrosantas, el común ciudadano, solo por considerarse ser humano, -en cuyo grado me ubico por ser venezolano y abogado de la república para mayor abundamiento- está en la obligación moral y cívica de actuar para enfrentar las bestias (¿) responsables de este genocidio. Creo de igual manera que ya ha pasado bastante tiempo y son muchas las videncias para transformar a Venezuela, la encantadora “tierra de gracia”, rica, única, de nación independiente, patria soberana, a colonia de ensayo de corrientes de dominación, de campo de reconstitución y refrescamiento de guerrillas y mafias de negocios sucios, manejos con petróleo, coltán, “oro de sangre”, todo lo que enriquece al hartazgo y reluce, así se oculten en paraísos fiscales, se laven en cañerías de urbanismos perfumados y exóticas residencias y campos elitezcos. Todo son pruebas a cielo abierto, así se escondan en maletas diplomáticas y los pasajeros, pasajeras, tengan la virtud de volar sobre territorio de pisar prohibido (No creo en brujas que vuelan sobre escobas; pero de que las hay, las hay…) ¡España! La orgullosa Madre Patria, la que ha sufrido en carne propia la perversidad degradante hasta la muerte, tiene pena y miedo de defender a la más preclara de sus hijas… solo porque dos o tres de sus hijos mercenarios han formado parte del saqueo, patrocinado por el propio régimen asqueroso al que asisten y sirven. En derecho internacional, el principio jurídico que impulsa la acción para la defensa de la República de Venezuela y su estado de derecho, se conoce como “la responsabilidad de protección”, Desde hace un largo tiempo he venido sosteniendo que los venezolanos tenemos sobradas y legítimas motivaciones para defenestrar “echar” a Maduro y el régimen militar dictatorial. La acción es obligante y el fundamento jurídico es la legítima defensa, el estado de necesidad. No quisiera terminar este comentario sin consignar dos notas de protestas: a) Invertir recursos del erario público en fiestas de carnaval en los momentos que la República de Venezuela y sus empobrecidos ciudadanos están al borde del sepulcro es un contrasentido que desdice mucho de los gobernantes, llámese del madurismo-dictadura o de la oposición de Guaidó. El hambre, la miseria, la pesadumbre que campea por todas partes pudiera atenuarse con el negociado de los carteles de la feria. Las fiestas en sí hacen más dolorosa la angustia de no tener pan, medicinas, dinero, electricidad, gas,… La República de Venezuela está de luto. Y b) Vaya mi voz de protesta indignada por utilizar un símbolo de las glorias heroicas del Libertador en un acto carnavalesco. La entrega de la espada –réplica- entre dos personaje sin mérito alguno, que bien pueden competir en mediocridad y cinismo. _ Y los Militares en la honrosa situación de retiro _FIM- y el Alto Mando, ¿Dónde están? La ofensa es a todo el país. Felicito a los venezolanos de la diáspora migratoria -6.000.000- por tener el valor de repudiar con su ausencia al régimen usurpador y no vivir el bochorno –la arrechera-de presenciar el descalabro que le causan a la nación sus calculadas estupideces, leales siempre, corruptas todas, en buena parte ordenas desde Cuba, algunas de Rusia. Olvidándome del carnaval nuevamente pido a DIOS un minuto de cordura, perdón, justicia y paz.
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