Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

FELIZ DESENLACE DEMOCRÁTICO

Publicado el July 07, 2010

El desenlace de cualquier evento cuando en él se van a dilucidar posiciones encontradas, de ordinario genera entre las partes un estado de ánimo que bien pudiera servir para calibrar la entereza con que los seres humanos esperan el acontecimiento, a tal punto que no es de extrañar el que se le descomponga el carácter, se le desarreglen las víseras, pierdan el control de su conducta, y los esfínteres le jueguen malas pasadas, como le sucedió a un famoso personaje en el Museo Militar, justamente cuando esperaba que sus subalternos cumplieran a cabalidad la felonía programada por él y que él no fue capaza de hacer. Otros sucesos dan pie para que se corrobore la fragilidad del temperamento del mismo aludido, cuando, por ejemplo, gente de su entorno lo ha visto llorar. Advirtiendo que no siempre verter lágrimas puede ser sinónimo de cobardía, porque en muchos casos la indignación, el dolor o la ternura las pone a rodar y es cuando los ojos, como espejos del alma, dicen de la grandeza espiritual de quien las derrama.

Contrastan las debilidades en los momentos difíciles con los arrebatos de prepotencia que a diario observamos en el comportamiento de quien se cree asistido de poderes casi sobrenaturales, exacerbados en autoestima narcisista y auditorios portátiles de aplaudidores tarifados, lo que nos da una idea de que el personaje es bien de cuidado e imprevisible salidas, capaz de aplastar o llevarse por delante todo lo que se le oponga, así sea normal, lícito, de buena fe, o Constitucional. Está visto que en el empeño nada lo detiene y por eso, su envalentonamiento lo lleva a cometer desde elementales pifias hasta los más gruesos e imperdonables errores.

Hasta ahora pudiéramos decir que las circunstancias le han sido favorables, pero está vigente la expresión populachera de que en las chiquiticas a los “guapos apoyaos” también le tiemblan las piernas y que cuando hay miedo el silbido en vez de alejarlo lo acusa, por lo que a las últimas manifestaciones de prepotencia hay que verlas como síntomas de un mal que va en asenso, y ese querer mostrarse como perdonavidas y osado, grosero e insultante, domador de cachilapos, cuando se mete en terrenos del más caro y respetuoso afecto de la ciudadanía venezolana –la desconsiderada intromisión en la Iglesia Católica y el tratar soezmente al Cardenal Urosa Sabino- lo hace tan torpemente que es de pensar no tiene el menor sentido de la inmensa responsabilidad de ser Jefe de Estado, representante de una gran nación, lo que está poniendo en evidencia es su manifiesta incapacidad y estar consciente de ello, cada día acrecentada, en incapacidad y peso en la mente, como si a cada instante le vaciaran los miles de containers que ya, hoy por hoy en nuestro país, son emblemáticos de la podredumbre que en todos los órdenes contaminó el ejercicio del gobierno central, a tal punto que no hay venezolano, que viva en nuestro territorio o esté fuera de él, profese o haya tenido simpatía con el régimen, o sea definidamente de la oposición, que no esté deseando un pacífico y feliz desenlace.

Debemos agregar que la inconsistencia en el carácter y el querer lucirse en actos en donde se conmemorar efemérides patrias de gran significación, sin medir sus desafueros, irrespetando la majestad del hecho histórico y las consideraciones mismas que le deben merecer el gentilicio y la probada capacidad e inteligencia de los venezolanos, son muestras de de una descomposición y desquiciamiento que cada día será mayor y mayor sus disparates, en cuenta regresiva hasta llegar al hecho cierto de producir un acto de soberanía que ponga freno a la locura –eso de querer ser, igual a Cuba, como expresamente lo dijo Raúl Castro: “somos la misma cosa”- no puede tener otro calificativo. Ese acto de soberanía, inequívoco, lo vamos a realizar llenos de esperanza y con la mayor entereza, el próximo 26 de Septiembre, de donde saldrá una Asamblea Nacional, auténticamente representativa. El voto consciente de toda la ciudadanía venezolana nos reivindicará ante el mundo como país libre, democrático, soberano, y será el más preciado legado a nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, a todas las futuras generaciones que estarán orgullosas de su pasado responsable y glorioso.

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