Expectativas inútiles…no
Publicado el December 31, 2019
El año de las expectativas inútiles pudiera ser el calificativo que le cuadre al que estar por terminar -2019-, cargado sí de todo cuanto malo le puede ocurrir a una Nación que nadie, nacional o extranjero, pudiera haber vislumbrado o predicho, ganándole a los profetas del desastre en eso de pronosticar calamidades en postrer desfile de huidas, lutos y llantos ¡Como nos duele tener que reseñarlo! Quisiera que no se me endilgue el título de “guerrero del teclado” en sentido despectivo, porque quienes esporádicamente, accidental o por oficio, escribimos sobre la realidad venezolana, estamos ejerciendo un derecho de ciudadanía, contrario a la indiferencia o mudez, cómplices de tolerar o en mayor grado de otorgar, por aquello de que “el que calla otorga”, al régimen, encabezado por Maduro, en esa ostentación de barbarie y mediocridad con que ocupa todos los espacios comunicacionales en esta Venezuela que lentamente se consume y se apaga. Reconozco que los esfuerzos por liberarnos del mal son muy respetables y que en el futuro, equivalente a decir, en el año 2020, hay que redoblarlos. Sugiero que desde ya hay que insistir en que la lucha es entre el bien y el mal. Que la política, la buena, que en principio domina todo, en nuestro caso, se corrompió de tal suerte, que dio paso al empoderamiento de corrientes dogmáticas guerreristas, de visiones de geopolítica económica, militar, lo social lo orienta el populismo, y el pueblo pasa a ser masa manipulable, convertida en manada, en colas, en cifras más de muertes que de vidas, con precariedad en salud, educación, en envilecimientos, con pobreza en ascenso canjeables por dádivas y mendicidad edulcorada con mendrugos de cajas clap y petros. El ensayo de dominación y corrientes de gobierno y sojuzgamiento ya no se detienen en fronteras, supuestamente de soberanía. Basta observar la presencia de Cuba, Rusia, China, Turquía…Claro está que estos señalamientos no son agradables, pero la contrapartida contra la maldad que se enseñoreo en 2019, debemos verla como bondad de Dios, en la firme determinación de la Iglesia Católica Venezolana que no cesa en renovarnos la fe, en liderar la esperanza y en darnos el absoluto convencimiento de ir en la ruta del bien –ahora el miedo tiembla del lado de la usurpación-; la AN va a jugar un papel muy importante en el 2020 y el 90% que ya le dijo no más a Maduro y sus militares, cada día más disminuidos, romperá su silenciosos letargo y las colas pasarán a ser de júbilo, de libertad, de amar y de paz… Felicidad para todos!
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