Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

ESTO NO PUEDE SER

Publicado el September 30, 2009

Insistir en que “esto no puede ser”, es una manera de resistirse a creer que en el país, en nuestro país Venezuela, se pueda haber llegado a niveles tan absurdos, capaces de poner en duda la racionalidad del alto gobierno y de alguna manera afectar el equilibrio emocional de quienes un poco más allá, alejados de grotescas cumbres, no formamos parte de esa masa que cree en la buena conducción de aquellos; es decir, que la frase “esto no puede ser” sólo es concebible en cabeza y boca de quienes nos oponemos al régimen, y que la carga de rechazo, acrecentada en cada acto de barbarie con que se pretende arreciar la revolución Socialista del S. XXI, pesa de tal suerte que no puede pasarse desapercibida, siendo necesaria aliviarla, como si se tratara de un mandato de ciudadanía, de imperiosa defensa de la civilidad republicana y preservación de la democracia que tanto nos ha costado, con una resuelta e inequívoca conducta de activismo para enfrentar todos aquellos actos.

Para tener conciencia del “estado de necesidad” en que se encuentra Venezuela, y de la obligatoriedad de actuar frente al peligro y ante los actos en que ya es evidente el desquiciamiento y enajenación que pareciera no tener límites y alejarse cada vez más de la sensatez y la cordura, creemos que la frase con que se encabeza esta entrega: “esto no puede ser” resultaría la más apropiada para iniciar cualquier interlocución –conversación en particular- y lograr hilvanar el intercambio de ideas que amerita la campaña de persuasión y convencimiento para llevar a todos nuestros compatriotas a esa lucha a favor de la decencia , la civilidad y la paz.

Creemos necesario también dejar bien sentado que no nos mueve pretensiones de analistas avezados, de esos que vislumbran y predicen lo que va a suceder y luego explican, con la misma fluidez del anuncio, por qué no ocurrió. De igual manera descartar cualquier atisbo en que pueda verse presagios agoreros, oficios de casandras, de pitonisas o profetas del desastre. Reclamamos sí, como un deber y derecho insoslayable de ciudadanía, que ante lo que estamos viendo (la entrega de la réplica de la Espada de Bolívar y la condecoración que más enaltece: la Orden del Libertador, a Gadafi, el dictador de Libia –no tenemos palabras para describir estos actos y sus actores-), se nos permita hacer pública la indignación, la misma que millones de venezolanos están sintiendo ante semejante irrespeto a los Valores y Símbolos Patrios.

Pero alimentemos la esperanza. Las reservas morales, cívicas, patriotas. La cultura de la convivencia. El acervo de bellas costumbres, de respeto a la tolerancia, a la familia, a la superación, el reconocimiento a la personalidad y a los dones materiales y espirituales bien ganados. Las muestras de irreductible rechazo a la violación de la ley y a los derechos humanos, a las injusticias, al autoritarismo y arbitrariedades para encubrir las desviaciones y sumisiones de los poderes públicos, el desprecio absoluto a los corruptos. El permanente reclamo para que se administre bien la riqueza de la nación, para que no se despilfarre los dineros del erario público, para que no se dilapide en compra de adhesiones al proyecto personalísimo del endiosamiento revolucionario, proyectado, para mayor disparate a escala mundial y, en fin , todo ese caudal de virtudes que caracterizan la manera de ser libertaria, solidaria , fraterna y sin complejos del pueblo de Venezuela que nadie, por muy armado y prepotente que se sienta, fortalecido tal vez en los conciliábulos de los jerarcas autócratas del mundo, pueda desconocer, so pena de sentir en su propia humanidad el desenlace que la historia les tiene reservados a los regímenes de igual proceder e intensiones.

El enunciado en el último párrafo ya está teniendo repuesta satisfactoria. Las protestas, manifestaciones, huelgas –las de hambre son muy significativas- patrocinadas por profesionales, trabajadores, estudiantes, estos últimos dando muestras del mayor desprendimiento para salvar el futuro del país, -gloria a los trabajadores y estudiantes- son apenas el “preludio” del Canto a la Libertad y la Paz.

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