CUANDO LA PATRIA ACUSA
Publicado el September 25, 2020
Para Venezuela y el mundo civilizado, democrático, ansioso de ver resuelta la tragedia que ha sumido a la nación en los más espantosos acontecimientos para su propia destrucción y entrega, con saña de criminalidad que pareciera no tener límite, la actitud del rechazo de la ciudadanía es un aliciente de optimismo que siempre nos ha mantenido la esperanza. Pronto saldremos del desgraciado régimen. Cierto que hay altibajos y hasta traiciones de alacranes mercenarios, que mas de rabia dan pena. Pero cuando la conciencia se funda en la verdad y el comportamiento se puede considerar histórico, predecir el resultado positivo es obra que acelera el desenlace con el beneficio de ser pacífico, sin mayores pérdidas de tiempo, vidas y bienes. Debo destacar que frente a la arremetida para aferrarse al poder, Maduro y su pandilla, incluidos los personeros que alinean en las fraudulentas maniobras electoreras del 06 de diciembre próximo, lo que han hecho es evidencia torpeza, contaminándose con el virus de la desvergüenza oportunista. El nivel de civilidad que cada día se está demostrando con más altura, lo enseñan con orgullo y amor a la patria los estudiantes, los maestros, los profesores, académicos, las asociaciones y gremios de productores, las cámaras de comercio y producción, toda sociedad de hombres y mujeres que por razones de prudencia sanitarista, profilácticas, ante el coronavirus, están guarecidos en sus casas, pero no se olvidan que su casa mayor es la república. Es la misma gente que empobreció el usurpador, con quienes se ensañó el chavismo, porque como lo “ordenaba” Fidel Castro para dominar hay que limitar, someter, empobrecer al máximo, para mantenerlos sumisos. Las dictaduras no tienen ciudadanos, al cercenarles sus derechos los convierten en cifras de estadísticas poblacionales. Gracias a Dios y a prohombres líderes civiles, políticos, que echaron las bases jurídicas constitucionales, organizacionales –partidos, gremios, sindicales, colegios, académicos, reafirmando la cultura democrática con períodos de libertad plena, ejercicio de la libertad de expresión, del estímulo a la educación en todos los órdenes, Del abrirse al mundo para nutrirse de corrientes universales y participar de conocimientos y tecnologías de avanzada. Por desgracia hemos sido víctimas de recurrencias dictatoriales. Entramos al siglo XX con 45 años de retraso. La influencia castro comunista empatada con la corrupción y entrega de nuestras FFAA, la corrupción envolvente y el manejo irracional en lo que va del siglo XXI nos muestra ahora como una nación que se acusa así misma. Basta decir que como pueden vivir sus hombres y mujeres con un salario de apenas 2 $ mensuales. Para describir la realidad “mágica” actual no hay palabras en nuestro idioma. Hemos sido reiterativos en destacar las características de nuestra idiosincrasia democrática, republicana, y en el mejor del pensamiento bolivariano, gran colombiano, expresarle al mundo que la suerte de Venezuela corre a la par del espíritu de la convivencia solidaria universal, y que en nuestra América, el continente de la esperanza, hemos sido factor de armonía y libertad como lo soñara el Libertador. Ahora el régimen usurpador todo lo ha trastocado, envilecido, miserablemente empobrecido. El mismo es la expresión que vertida en palabras político jurídicas configura un libelo acusatorio, una querella penal, para que sea la propia humanidad quien juzgue, en flagrancia el más grande crimen de lesa humanidad. Creo interpretar cabalmente la preocupación de la ONU y de la manera más respetuosa la posición de la Sra. Michelle Bachelet, para que se produjera el “Informe de la Misión Internacional Independiente, en donde se establece que “Maduro y su circulo han ordenado crímenes de lesa humanidad, utilizando órganos represores para detener ilegalmente, torturar, asesinar, sindicando directamente a sus Ministros de Interior y Defensa (Informe de la determinación de hechos de la ONU), EL Presidente Guaidó, asume categórica responsabilidad al decir: “la misión de la ONU despeja cualquier duda, Maduro es un criminal que además de respaldar el narco tráfico y el terrorismo, comete crímenes de lesa humanidad”. Necesariamente hay que agregar que con Maduro, Cabello, Padrino y Reverol hacen la cuadrícula para arrastrar las pruebas del descomunal cuerpo del delito, público y notorio. Internacionalmente el respaldo es del tamaño del mundo que al sumarse el fervor de nuestra propia sangre esparcida por la barbarie que trata de imponer el despotismo, esa diáspora migratoria renovará los bríos que darán al traste de lo que está visto es la pandemia militarista que sostiene al dictador. Debo concluir este comentario haciendo un especial reconocimiento a nuestro Presidente (E) Juan Guaidó, quien en uso de su representación constitucional intervino en la 75 Asamblea General de la ONU para darle el mayor crédito al Informe y pedir, con la prestancia de Jefe de Estado, la aplicación del principio de la Responsabilidad de Protección para el pueblo de Venezuela, dado los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen usurpador. Ruego se me permita, con humildad y modestia que me enaltece, enviarle al Cardenal Baltasar Porras Cardozo, mi solidario pesar por el fallecimiento de su señora madre. DIOS LA TENGA EN LA GLORIA.
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