Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

CONFUSION Y DESTINOS INCIERTOS v/s CULTURA DEMOCRATICA

Publicado el October 17, 2009

Hemos hablado mucho y escrito otro tanto sobre la confusión y la incertidumbre que ha caracterizado el panorama político, social, económico, electoral, que hemos venido observando y sufriendo, por lo que nos toca, directa o indirectamente, en nuestra manera de ser republicana y democrática, en los últimos años, aproximadamente unos quince, tiempo en el cual la prédica para captar simpatías y adhesiones se centró en la crítica despiadada al pasado y a ofrecer soluciones a lo que supuestamente se dejó de hacer y corregir los vicios que a juicio de quien insurgió contra el orden constituido –el 04 de febrero de l.992- eran de tal naturaleza que el calificativo más benévolo fue el de “podrido”. La confusión se explica pues por contrastar la crítica y la oferta con la conducta y la obra que pudiera resultar en los balances de las actuaciones de quienes prometieron corregir los entuertos y que, contando con todos los recursos que gobierno alguno anteriormente había tenido, no se ve ningún progreso y, antes por el contrario, los rubros más importantes y donde inicialmente el régimen, identificado como revolucionario bolivariano y que contó con un respaldo impresionante –más del 70% del electorado-, enfatizó su promesa de luchar para erradicarlos; hoy por hoy han crecido desmesuradamente a tal punto que al propio régimen le será imposible hacerlo, porque el mal se le metió en su sangre. A medida que ha venido transcurriendo su actuación y fortaleciendo el control total de los poderes públicos, la lucha prometida contra esos vicios del pasado, la corrupción, por ejemplo, ha devenido en un estímulo a la misma, en niveles escandalosos –somos de los primeros países de mayor corrupción en el mundo- y en la formación de una clase de ricos de dudosa honestidad, la llamada “boliburguesía”, con todo aquello que “ser rico es malo”.

Pudiéramos agregar otros rubros y aspectos en donde el régimen también, inicialmente, hizo alharaca de combatir. Pero en forma progresiva viene mostrando su verdadero talante, engañoso, por lo que no hace falta sino decir que es ajeno por completo al respeto a la Constitución y las leyes y que su proyecto lo lleva adelante con propósitos aún más perversos que sembrar la simple confusión. La criminización de la disidencia, el armamentismo desmesurado, la transformación con miras borrar de la faz institucional de la FAN el sentido de responsabilidad en la defensa nacional y su soberanía, la arrogancia con que actúa para concentrar poderes y eliminar los avances en la descentralización, derecho que se han ganado las regiones desde su propia formación.

Ver actuar al régimen, o mejor dicho a los jerarcas que imponen su voluntad, en el desarrollo de las acciones de gobierno en las que se solaza su deseo de sojuzgar, nos lleva a pensar que en buena parte hay impulso de ignorancia, de improvisación, de tácticas de amedrentamiento; pero no son pocas las que se dan por obra de una estrategia calculada, de inspiración exógena, cubana –el ejemplo y directrices de aquella revolución siempre estará presente-, aplicada para quebrar la voluntad democrática, con miras a hacerle el mayor daño a las instituciones que son reservorios republicanos, íconos, incubadoras, nidales del pensamiento libre y civilista del desarrollo intelectual, de profesionalización, de creación de personalidad; en fin, escuelas de ciudadanía. En este orden es fácil colegir que entre las primeras colocadas para hacerle la vida imposible están la Iglesia Católica, las Universidades, la educación privada, los colegios profesionales, los gremios, las cámaras de comercio y producción, los sindicatos, los medios de comunicación y, enfocados sectorialmente a los profesionales universitarios, los profesores, los periodistas, los trabajadores y estudiantes, y a quienes por razón de formación, preparación, habilidad y destreza, tengan campo abierto para desenvolverse y progresar libremente. Contra los ganaderos se ensañan, tal vez por ser los más perseverantes en defender sus predios y no ocultar su animadversión a las arbitrariedades, tampoco ocultas , para arruinarlos.

La conclusión es relativamente sencilla; entre menos posibilidades tenga el ciudadano para desarrollarse y consolidarse como eje de la sociedad y ser factor de avance en la economía, la educación y la cultura, menos esfuerzo necesita el Estado para dominarlo, pues sus carencias presionan la necesidad de someterse y, cuando la obsesión de mando se nutre del empeño de perpetuarse, a no dudar que tendremos un cuadro similar al de Cuba. El socialismo utópico elimina el Estado, ente abstracto creado como el mayor instrumento de dominio, no así cuando el socialismo es el ropaje de los regímenes dictatoriales militaristas, tiempo en el cual se convierte en monstruo hasta para engullir a sus propios creadores. De estos últimos muchos nos agradecerán que activemos la cultura democrática que a no dudar existe en Venezuela y es mucha.

← Volver al índice