Alberto Nicolás Newman Briceño

Nov 21, 1936 – Jun 06, 2025

Artículos de opinión del distinguido Dr. Alberto Newman

En memoria de un hombre sabio, íntegro y comprometido con su país.

A NIVEL CASI DE ANGUSTIA

Publicado el September 09, 2009

La preocupación e indignación que vivimos los venezolanos, a nivel casi de angustia, por la incertidumbre de lo que está pasando y puede pasar, y porque de alguna manera todos quisiéramos que el país se encause por el camino de la prosperidad y el desarrollo, con oportunidades para llevar adelante cualquier iniciativa inspirada en la capacidad y en el trabajo, sin temores de la inseguridad, personal o jurídica, de que se nos querelle por parte del Ministerio Público si protestamos o ejercemos derechos constitucionales, sin estar bajo la zozobra de lo que nos pueda ocurrir y temerle tanto al hampa como a la policía, esos presupuestos de convivencia que realmente ha ahuyentado el régimen vigente y que cada día quiere hacerse más sentir, todo eso nos lleva a mantener la mente ocupada en cómo nos está afectando, así como también cuales pueden ser las posibles salidas, incluyendo la rectificación y, por supuesto, la reconciliación, ajena a veleidades conspirativas

El disparate de creer que en Venezuela se puede implantar una revolución con fundamento en el marxismo leninismo, que con ropaje nuevo, Socialismo del S. XXI, es lo mismo que en la URSS forzó su perennidad a sangre y fuego y no pasó de un poco más de setenta años, por inviable; derrumbado en la Europa del Este desde la caída del Muro de Berlín –y por si tiene alguna similitud con el Nazismo de Hitler, este duró solo l2 años; de la apertura al capitalismo iniciada en China desde que Deng Xiaoping advirtió que “no importa que el gato sea negro o blanco, lo que interesa es que cace ratones”; y el caso patético de Cuba, con sus 50 años de sacrificio inútil, con los Castro vociferando insultos al imperio y este, “el imperio”, desde la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles rusos de Krushow, como cabritos grandes, tolerándole invasiones a otros países, el nuestro en primer lugar, forzando de alguna manera las penurias del sufrido pueblo caribeño solo para mantener una vitrina de la ineficacia y contrasentido del régimen revolucionario como muestra infame de lo que le podía suceder a los que se envalentonaran con el castrismo. A los yanquis nunca les ha interesado la solución del problema cubano y el verdadero desarrollo y la implantación plena de la democracia en América Latina. Recientemente el comportamiento de estos señores en Honduras, frente a lo ocurrido, con fuerte presencia del ejercicio de sus poderes y fortaleza de sus instituciones que engrandecen al pequeño país, nos reafirma la idea de una ambigüedad chocante y de si lo que han hecho y hacen en Irak, Afganistán y otros lejanos territorios es, en serio, respetable.

Retomando el propósito de esta entrega, la preocupación que a diario se ve alimentada por ese empeño de seguir los pasos de Fidel , de imponer su mismito régimen a como dé lugar, anunciado con pueril verso de poeta adolecente, cincuentón, para demostrarle admiración: “el mar de la felicidad”, completado por el pueblo con otra frase ramplona pero burlona: “y la tierra bella pero llena de miseria”, debe ser examinada, no ya como un estado de ánimo perturbador, sino como un poderoso estímulo para enfrentarlo. Debemos tener en cuenta que el régimen acusa ya un desgaste irreversible e imparable: corrupción, violencia, criminalidad, incapacidad inocultable, sumisión vergonzosa, despilfarro irresponsable, con una característica para agravar aún más el cuadro tétrico que pone en duda la existencia de un gobierno central con niveles de conciencia, capaces de sortear con éxito las dificultades de la crisis mundial. Es la de considerar que la suerte proveerá los recursos para enderezar los entuertos, pensando tal vez en que providenciales nuevos precios de petróleo en alza, permitirán dilapidar otros 900.000 millones de dólares. En esta danza de millones se ha estado moviendo el alto gobierno y con descarada habilidad quiere hacer ver que es la oposición la encargada, por mandato antibolivariano del imperio y la oligarquía, nacional e internacional, la encargada de trasmitir malas noticias, negando los logros, las grandes obras, los avances de la revolución conducidas por ese “líder” mundial, comparable solo con los Castro –Fidel es casi como su padre- los Gadafi, los Ahmajinejak, los Mugave, Lukashenko y otros que sí saben cómo perpetuarse en el mando y entre sus principales obsesiones tienen preferencia por armarse, no admitir disidencia, y rodearse de guardias que también saben “echar gas del bueno”. No estará por demás recordar la sabiduría popular: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

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